miércoles, 25 de marzo de 2020

CIENCIAS NATURALES, 4°, 5° y 6° grado - Trabajo N°1


ARGENTINA  
CIENCIAS NATURALES - 4°,5° y 6°


CÓMO RESOLVER ESTE TRABAJO


 1-      Observá el cuadro referido a Argentina. Es un mapa conceptual como los que hacemos en clase. No te asustes, parece mucho pero iremos de a poco.
2     -      Cada recuadro en blanco es para completar, en esta semana te pido selecciones dos, leas los textos y lo completes.
3-      Para poder completar el cuadro debés leer, analizar, estudiar los textos que pongo aquí en el blog.No todos los textos estarán en este posteo, deberás buscar en el blog los temas que necesitás para completar el cuadro. Los iré subiendo de forma clara y separada para que puedas fácilmente encontrarlos y poder estudiar. Recordá que el mapa conceptual se realiza una vez que comprendiste el tema y podés decirlo con tus palabras.
4-      Para poder estudiar y hacer la tarea podés hacer en la carpeta dibujos, anotaciones, mapas o láminas acerca de lo que estás investigando. Poner a funcionar la creatividad es parte del estudio también y nosotros por estar en esta escuela, lo sabemos hacer muy bien. No es necesario que compres nada, podés reciclar y reusar materiales para crear algún producto que identifique a nuestro querido país.
5-       Una vez comprendido el tema que elegiste podés completar el cuadro.

MANOS A LA OBRA ENTONCES











EL CEIBO

Nuestra flor nacional 

El Ceibo es un árbol originario de América, de la zona subtropical, de tronco retorcido, pertenece a la familia de las leguminosas, por lo que las semillas se guardan en vainas encorvadas. Suele alcanzar algunas veces hasta 20 metros de altura y sus flores aterciopeladas son de color rojo carmín. Crece en las riberas del Paraná y del Río de La Plata, pero se lo puede hallar en zonas cercanas a ríos, lagos y zonas pantanosas a lo largo del país.
Su madera, liviana y porosa, se utiliza en la construcción de balsas, colmenas, juguetes de aeromodelismo. La corteza se usa en algunas provincias para curtir cueros y la madera. Como es sumamente liviana suele reemplazar al corcho en algunas manufacturas.
 Razones de la elección de la flor del ceibo como flor nacional:
 Fue la flor preferida por los habitantes de diversas zonas del país. A nivel popular en el interior y exterior ya era considerada flor nacional del país.
 Leyendas aborígenes la han evocado y ha sido fuente de inspiración para diversas expresiones artísticas que enriquecieron el patrimonio cultural.
 Su color figura entre los que posee el escudo de la República Argentina.
 Finalmente, el 23 de diciembre de 1942, el Poder Ejecutivo Nacional, mediante el Decreto Nº 138.974, consagró oficialmente, el ceibo como la Flor Nacional.

¿Cómo es la flor del Ceibo?

La flor del ceibo es una de las flores más bellas de Sudamérica, a tal grado que dos países de la parte baja del continente la han nombrado como su flor nacional. Estas son las principales características de dicha flor:
  • Color: El color de la flor del ceibo es rojo vivo, algunos lo clasifican en la tonalidad coral, aunque su intensidad es más roja que rosada.
  • Anatomía: La flor del ceibo está conformada por un pétalo principal, de gran tamaño y llamativo, el cual envuelve la mayor parte del cuerpo de la flor.
  • Grupos de flores: Esta flor suele florear, valga la redundancia, en grupos de flores formando así guías o terminales de flores color rojo a lo largo del árbol.
  • Perfume: El perfume u olor que desprenden estas flores es suave y dulce, lo que hace que no sea ni cansado ni intenso, además su perfume atrae a colibríes y abejas gracias al dulzor de sus suaves notas.
Estas son las características principales que hacen que esta flor sea una de las más bellas de todo Sudamérica gracias a lo intenso de su color, a su aroma y a que florecen en grupos o guías.

¿Cuándo florece el ceibo?

De acuerdo con la información del ceibo presentada por expertos en botánica y árboles, la flor del ceibo florece desde primavera, normalmente a principios de la misma, hasta otoño llegando incluso a sobrevivir a pesar de que el otoño esté ya avanzado.
Normalmente la floración la realiza, como ya mencionamos, en la llamada inflorescencia racimosa, es decir, grupos de flores que nacen sobre las nuevas ramas del árbol, lo que hace que su floración sea espectacular pues sus flores se pueden observar por muchos meses, desde finales de marzo hasta mediados de noviembre.



La leyenda del ceibo

Anahí vivía en las riberas del río Paraná, ella no tenía un rostro agraciado, pero en su tribu todos conocían la hermosura de sus cantos, inspirados en sus dioses y el amor a la madre tierra.
Poco tiempo reinó la alegría en la tribu, los invasores de piel blanca llegaron y arrasaron con las poblaciones, robaron las tierras y quitaron la libertad al pueblo guaraní.
Anahí fue una de las tantas muchachas que fueron capturadas. Llorando  su desdicha,  pasaba las noches en vigilia. Una de esas noches la jovencita vio la oportunidad de escapar al ver que el centinela fue vencido por el sueño. Anahí corrió desesperadamente hacia la espesura, pero un tropiezo despertó al centinela, que la corrió hasta alcanzarla. La muchacha lucho hasta clavar un puñal al hombre, huyendo hacia la selva.
Antes de morir, el centinela logró gritar pidiendo ayuda. Una verdadera cacería se organizó para atrapar a la desdichada muchacha.
 Los crueles hombres no tuvieron piedad. La ataron a un árbol e iniciaron una hoguera. La doncella, retorcida en silencioso sufrimiento, fue uniéndose milagrosamente  al árbol.
Al amanecer, aquel nuevo y retorcido  árbol se había cubierto de relucientes hojas verdes, entre las que flores rojas aterciopeladas simbolizaban la valentía y la fortaleza de Anahí.


El Hornero

 Ave Nacional Argentina


La capacidad de adaptación a todos los ambientes y el respeto de la gente hizo que triunfara en la encuesta que, en 1927, lo designaría como el “Pájaro Nacional Argentino”. Se encuentra en casi todo el territorio nacional. Hace su nido de barro en los postes de alambrados, de tendido eléctrico y cualquier saliente propicia. Mide unos 20 cm, es de color pardo y tiene el vientre un poco más claro. La hembra es un poco más pequeña. Es muy sociable y habita tanto en el campo como en zonas pobladas.

También es conocido como “hornero rojo”,(Furnarius rufus), ave del orden de los Passeriformes, así llamado debido a que su nido tiene la forma de un horno de barro. No es un ave migratoria.

CARACTERÍSTICAS
El hornero (Furnarius rufus) es un ave que se encuentra sobre en el norte de Argentina, hasta el noroeste de Chubut. También habitan aves de esta especie en el Sur de Bolivia, Brasil y Uruguay.
En junio de 1928, por iniciativa del diario La Razón, se realizó una encuesta entre alumnos y maestros de escuelas, quienes dando sus opiniones eligieron al hornero por ser un símbolo de ave trabajadora, quedando en segundo lugar el cóndor andino y el tero.

Es un ave de tendencias sedentarias (no migra) que habita tanto en zonas en zonas boscosas, parques, como en zonas urbanas.
Se lo reconoce por la laboriosidad de su nido, el cual construye entre los meses de abril y junio con barro, paja, crines, estiércol de caballo y su propia saliva, con la que forma una bolita que ayuda a conformar el adobe del mismo, con el solo uso de su pico.

Es típica su forma de horno, y consta de dos cámaras una antesala y una recámara que hace las veces de zona de incubación, aunque cada año construye un nuevo nido, abandonando el anterior, que muchas veces es ocupado por otras aves e incluso pequeños roedores o víboras. A veces construyen el próximo nido sobre el anterior y es común ver hasta cinco pisos de elevación en la construcción de los mismos.

El viejo nido, una vez deshabitado es ocupado por otras aves, entre las que se encuentran gorriones, golondrinas y jilgueros.

Su construcción comienza unos cinco meses antes de depositar los huevos y dependiendo de las condiciones ambientales que le permiten obtener el barro, pueden demorar entre ocho y veinte días en terminarlo. Los dos miembros de la pareja participan en la elaboración del nido, trabajando muy duro, hasta dar con el material más apropiado para su construcción.

La hembra pone hasta dos huevos de forma ovalada, los cuales se encargan de empollar ambos integrantes de la pareja, pero en la noche solo la hembra los empolla, hasta que nacen los pichones. Estos son nidícolas, están desprovistos de plumas y abren los ojos a los cuatro o cinco días y abandonan el nido a las tres o cuatro semanas aunque siguen siendo alimentados por sus padres con alimento regurgitado.

Los polluelos lentamente se independizan de sus padres, aunque permanecen en el territorio de sus padres por aproximadamente nueve meses e incluso pueden ayudar a sus padres a construir el nido para la próxima temporada de reproducción.

No es muy fácil diferencias el macho de la hembra, y tiene un plumaje color pardo terroso en el dorso, la garganta es blancuzca, su cola castaño rojiza y las plumas ventrales de color gris-ocre.

Es un ave de poco vuelo, no son muy veloces y no migratorias y se lo suele ver con más frecuencia en el suelo húmedo saltando en busca de insectos, pequeñas arañas, hormigas, larvas. Es un ave de andar elegante y muy caminador.

Permanece en pareja durante toda la vida y se caracteriza por su canto a dúo para fortalecer el vínculo. El macho entona una melodía que conjuga perfectamente con la que simultáneamente lanza la hembra.









EL MATE

Los españoles aprendieron a beber esta infusión y les causó una extrañeza la cantidad de veces que lo hacían los guaraníes por día. En un principio estuvo prohibida, con pena de "excomunión", por los curas jesuitas. Es que sostenían que esa bebida hecha con raíces de "hierbas" era la "ruina de estas tierras, porque hace a los que toman, flojos, holgazanes, sin honra....", refiriéndose a ella como un vicio.
Los guaraníes llevaban, junto a las armas, unas pequeñas bolsas de cuero ("guayacas") en los que guardaban hojas de yerga mate triturada y tostada que masticaban o colocaban en una calabaza con agua y sorbían ya sea usando sus dientes como filtro o por medio de un canuto de caña. Según los españoles estas hojas les daban mayor resistencia para las largas marchas o en las labores diarias.
Los españoles comenzaron a beber este brebaje en un recipiente de labios gruesos denominado "Bernegal" del cual bebían utilizando un apartador en forma de cuchara con orificios, con el cual separaban el agua de las hojas. Bautizando el "caa" de los guaraníes como simplemente Hierba del Paraguay o Yerba, dado que, como la conocieron antes de saber de dónde se obtenía, no sabían que su origen era de un árbol.
Fue aceptada como bebida estimulante, al igual que el té, cuando los personajes más importantes de la ciudad de Asunción la incorporaron a la dieta.
Actualmente el mate se consume en gran parte de Sud América: Suroeste de Brasil, Uruguay, nuestro país, Paraguay, parte de Chile y parte de Bolivia y en Siria, país al que llegó con los sirios que vivieron en nuestro país y retornaron al suyo en esta gran bebida.


Orígenes de la ronda del mate 

En el principio, los custodios y usuarios de las yerba mate fueron los guaraníes. Ellos utilizaban sus hojas como bebida, objeto de culto y moneda de cambio en sus trueques con otros pueblos. Caá en guaraní significa yerba, planta y selva. Para este pueblo, el árbol de la yerba mate era, más que nada, un regalo de los dioses. 
Pero quienes se encargaron de difundir su consumo y sus virtudes por todo el entonces Virreinato del Río de la Plata fueron los conquistadores. Años más tarde, los Jesuitas introdujeron el cultivo en las reducciones o misiones jesuíticas guaraníes. Gracias a ellos, la yerba mate se popularizó.
De esta manera fue que tomar mate se transformó en una de las tradiciones que, como pocas, se mantiene inalterada desde hace siglos, arraigándose y expandiéndose alrededor del mundo. Tanto, que hoy por hoy en Argentina se consumen alrededor de 100 litros de mate al año por persona.
Pau Navajas, autor del libro Caá Porã, El espíritu de la yerba mate (Establecimiento Las Marías, 2013), afirma que tomar mate es una de las costumbres vigentes en nuestro país desde antes de su independencia. Navajas, que aborda en su texto la infusión desde su origen hasta su participación en la conformación de la identidad nacional y la economía argentina, asegura que aun quienes bregaban por la independencia en 1816 debían cebarse mates entre las acaloradas discusiones en la Casa de Tucumán.
Navajas cuenta que la manera de distinguir las clases sociales no pasaba por consumir mate o no hacerlo, sino por qué aditamentos se incluían, tanto en la “receta” como en los objetos para beberlo. Así, los aristócratas de la época volvían a la infusión más selecta agregándole leche, crema, canela o clavo de olor. Y “mandaban a labrar sus mates a Potosí, con la plata de ahí. Cuanto más ostentoso, elaborado y barroco fuera, más refinado se lo consideraba. También tenían la figura de la cebadora, que se ubicaba en las salas de las casas. En aquel entonces el mate se ofrecía como hoy se ofrece un té o un café”

6 secretos para hacer un buen mate:

  1. Se llena tres cuartas partes del mate.
  2. Se lo sacude tapando la boca del mate con la palma de la mano.
  3. Se deja toda la yerba de uno de los lados del recipiente para que al pararlo quede colocada en forma oblicua.
  4. Se echa un chorro de agua fría o tibia en la parte del mate donde hay menos yerba, de decir, en la parte de abajo de la inclinación. Cuando la yerba se hincha, allí es donde se coloca la bombilla.
  5. Se ceba el mate vertiendo el agua lo más cerca posible de la bombilla para evitar mojar toda la yerba. De esta manera, conservará su sabor por más tiempo porque cada vez que volquemos agua al recipiente la yerba que está seca irá alimentando, liberando gradualmente, el sabor. Si se moja toda la yerba los mates se lavarán más rápido.
  6. Se recomienda no mover la bombilla una vez que se inicie el mate para que no se tape y para que la yerba seca no se moje.


    “Frente al mate somos todos iguales”

    La frase la dijo Valeria Trapaga en una charla TED, la primera sommelier de mate del país. “Frente al mate somos todos iguales”. Esa condición fue una de las tantas cosas que la atrajo y la llevó a volverse experta en los secretos de esta bebida ritual de los argentinos.
    Trapaga, que recorre el país compartiendo sus conocimientos sobre la yerba mate en charlas y reuniones, agrega que “la yerba mate no es hoja molida metida dentro de un paquete, es mucho, mucho más que eso”
    “Cebar no es servir. Cebar significa repartir alimentando, una acción en la que necesito poner una cuota de amor, de cariño y dedicación. La idea es que empecemos a cebar y no a servir mates”.
    “La magia más grande que tiene el mate la heredamos de los guaraníes que la descubrieron. Ellos ordenaban su vida según un principio de reciprocidad porque consideraban que no era más rico el que más tenía si no el que mayor capacidad tuviera de compartir los bienes materiales y espirituales con los demás. Por eso cuando descubrieron la yerba mate y la hicieron parte de sus vidas, porque para ellos era una pócima, decidieron que la tenían que compartir. Y fue frente al fuego, que era sagrado, y pasándose un cuenco, que tomaron esta decisión. Hoy al mate lo compartimos gracias a ese gesto, a ese mensaje tan místico y tan mágico de los guaraníes”.









     Docente: Virginia (ciencias)

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