domingo, 13 de septiembre de 2020

CIENCIAS SOCIALES 6° grado Trabajo N°7. Material complementario del día 15 de septiembre

 El "hacerse la América" y la cultura nacional

La inmigración vino a "hacerse la América" o aprovechar la oportunidad en un espacio extraño. Sus descendientes se manejaron del mismo modo en todos los espacios de poder, fundamentalmente en el político.
Nuestros antecesores vinieron a "hacerse la América", y esa actitud caló tan hondo en el ser argentino que nos terminó marcando culturalmente. Quienes vinieron a este país partieron desde la miseria de sus propias tierras de origen. El relato "Mamá" de Jorge Fernández Díaz gráfica palmariamente esa realidad.
Quien decidió venirse porque no tenía otra alternativa venía con la idea de que aquí lo esperaba un tesoro escondido, que podría hacer mucha plata y que debía aprovechar eso para juntar todo lo que más pudiese y eventualmente volverse a su tierra como un triunfador.
Muchos, la gran mayoría, quizás todos se terminaron quedando, pero acabaron viviendo entre dos mundos, con los pies en esta tierra y con la nostalgia de la que había dejado.
La idea de "hacerse la América", o eso de aprovechar la oportunidad para juntar la mayor cantidad de dinero posible para llevársela a los suyos y asegurar su futuro, caló tan hondo que se transformó en un mandato para sus descendientes y se fue transmitiendo de generación en generación.
Sus hijos, nietos o bisnietos cargaron con esa pauta cultural y la aplicaron en cuanta actividad emprendían. Si eran empresarios, la meta cercana era la de la acumulación rápida y casi mágica, y luego "abandonar el barco". Lo mismo si se incursionaba en la política. El proyecto para el bien de todos pasó a ser sustituido por el afán de enriquecerse valiéndose del cargo, y como fuese.
En una palabra, llegar a ese país ignoto de la política para "hacerse la América" y poder volver a su "patria" a los suyos transformado en un triunfador económico.

La inmigración en el proyecto de organización nacional

La Argentina fue uno de los países del Nuevo Mundo que más inmigrantes recibió en el período de emigración de masas. Si bien en términos absolutos la cantidad de inmigrantes que se instalaron en el país entre 1880 y 1930 fue inferior a la de los que se dirigieron a los Estados Unidos, la Argentina fue el país que tuvo la mayor proporción de extranjeros con relación a su población total. De acuerdo a los datos del censo de 1914, una tercera parte de los habitantes del país estaba compuesta por extranjeros.
¿Por qué tantos inmigrantes decidieron instalarse en nuestro país? ¿Qué ofrecía la Argentina como factores de atracción durante la época de las migraciones masivas?.
Hay que considerar que desde las últimas décadas del siglo pasado el país ingresó en una etapa de expansión económica sin precedentes, acompañada por un proceso de pacificación política y de consolidación de las instituciones.
Todo ello favoreció la llegada de inmigrantes, y convirtió a la Argentina en uno de los destinos privilegiados.
La organización política e institucional y la modernización económica y social fueron los pilares en los que se asentó el proceso de transformación. En este marco, la inmigración fue el resultado "de un esfuerzo consciente de parte de las élites que dirigieron la organización del país para sustituir su vieja estructura, heredada de la sociedad colonial, con una estructura social inspirada en los países más avanzados de occidente" (G.Germani, 1965, p.180)
El propósito principal y explícito no era solamente el de "poblar el desierto", sino también el de modificar sustancialmente la composición de su población, sumando a la población nativa la de inmigrantes europeos, que debían transmitir sus valores al conjunto de los habitantes del país.
Estas ideas aparecieron ya explicitadas en la "Bases y puntos de partida para la Organización Política de la República Argentina", de Juan Bautista Alberdi, cuya primera edición fue publicada en mayo de 1852, a pocos meses de la derrota de Rosas en Caseros. Alberdi veía a la inmigración como "un medio de progreso y de cultura para América del Sur" (Bases, ed.Jackson, 1953, p.77).
Para Alberdi, la Argentina debía recibir, a través de los inmigrantes, "el espíritu vivificante de la civilización europea". (Bases, p.77). Ellos introducirían hábitos de orden y de buena educación, hábitos de industria y de laboriosidad, y los transmitirían al conjunto de la población del país. Alberdi veía en la inmigración una de las claves para el desarrollo de la Argentina, ya que los habitantes de los países más industrializados, es decir los de Europa del Norte, al radicarse en nuestro país harían posible que éste se transformara y se convirtiera en una nación avanzada. Alberdi creía en lo que él designaba como "la educación de las cosas", que consistía en educar con el ejemplo y con la enseñanza de habilidades concretas, más que con la enseñanza humanística y formal.
Para fomentar la inmigración, Alberdi proponía una serie de medidas concretas. Por un parte, firmar tratados con países extranjeros que garantizaran los derechos de propiedad, de libertad civil, de seguridad, de adquisición y de tránsito. Veía a los tratados de amistad y comercio como "el medio honorable de colocar la civilización sudamericana bajo el protectorado de la civilización del mundo" (Bases, p.80). En segundo término, el gobierno debería fomentar la inmigración espontánea, otorgando a los inmigrantes "franquicias que les haganO Occi olvidar su condicíon de extranjeros" (p.82), siguiendo el modelo de los Estados Unidos. En tercer lugar, sostenía que la tolerancia religiosa era un elemento clave: y presentaba para América española un "dilema fatal: o católica exclusivamente y despoblada; o poblada y próspera, y tolerante en materia de religión" (p.83). Excluir a los no católicos, principalmente los protestantes, era para Alberdi excluir a los pobladores que más necesita este continente.
La atracción de inmigrantes y su distribución a lo largo de todo el territorio nacional sólo serían posibles contando con un adecuado sistema de transportes. El ferrocarril, la libre navegación de los ríos y la supresión de las aduanas interiores eran vistos por Alberdi como condiciones para que la acción civilizadora de Europa penetrara en el interior de nuestro continente (pp.86-97).
Sostenía también que la legislación civil y comercial debía facilitar la radicación de extranjeros, para lo cual era necesaria una reforma de las leyes para adecuarlas a la nueva constitución.
Las "Bases" fue uno de los textos en los que se inspiró la Constitución de 1853, que en su artículo 25 establece que "El gobierno Federal fomentará la inmigración europea y no podrá restringir, limitar ni gravar con impuesto alguno la entrada en el territorio argentino de los extranjeros que traigan por objeto labrar la tierra, mejorar las industrias e introducir y enseñar las ciencias y las artes". Otros artículos garantizan los derechos civiles de todos los habitantes de la Confederación (art.14), el derecho de propiedad (art.17), la seguridad jurídica (art.18). El artículo 20 establece que "Los extranjeros gozan en el territorio de la Confederación de todos los derechos civiles del ciudadano; pueden ejercer su industria, comercio y profesión; poseer bienes raíces, comprarlos y enajenarlos; navegar los ríos y costas; ejercer libremente su culto; testar y casarse conforme a las leyes. No están obligados a admitir la ciudadanía, ni a pagar contribuciones forzosas extraordinarias."
Si bien tanto el gobierno de la Confederación como el de la Provincia de Buenos Aires tomaron diversas medidas para fomentar la inmigración, recién en 1876, durante la presidencia de Avellaneda, se promulgó la ley n° 817, de "inmigración y colonización", sancionada el 19 de octubre de dicho año.

La Constitución



PREAMBULO 
"Nos los representantes del pueblo de la Nación Argentina, reunidos en Congreso General Constituyente por voluntad y elección de las provincias que la componen, en cumplimiento de pactos preexistentes, con el objeto de constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, promover el bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad, para nosotros, para nuestra posteridad, y para todos los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino: invocando la protección de Dios, fuente de toda razón y justicia: ordenamos, decretamos y establecemos esta Constitución, para la Nación Argentina."




LA GRAN INMIGRACIÓN












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